En las mañanas, se podía rodar libremente.
Después, se ensayaba bajo controles para mejorar «las puestas a punto» pero se iban conservando los tiempos registrados para calificar. Eran, de las dos treinta, a las cinco de la tarde.
El día con mejor temperatura fue el jueves. Participaron sólo diez pilotos.
Honda no terminaba de reparar su motor. El Lotus de Graham Hill padecía por fugas de la gasolina. Y el LDS de Sam Tingle no llegó.
Pasaban de las gomas Dunlop a las GoodYear y luego a las de FireStone con singular facilidad.
Los ajustes eran, más que nada, buscando evitar el «sobrecalentamiento».
Los Cooper aunque se mostraban rápidos, reportaban problemas en los motores; más en el de Rindt que en el de Rodríguez. Entonces, les abrían más y más las tomas de aire…
Cambiaban sin parar las bujías y muy atentos, con la vista, para adelantar o atrasar el tiempo de las máquinas.
PUESTO EN CLARO
Total que el mejor del día fue Jack Brabham a pesar de no traer un coche de estreno. Lo seguía Denny Hulme, lo que ya evidenciaba que iban a ser los pilotos a vencer.
Era viernes. Arreció el calor. De los 29 centígrados, se fue a 32 la temperatura. Pero ya hubo más participación.
Brabham no quiso que su auto rodara para mayor conservación del mismo.
Tingle seguía a pie.
Al carro de Pedro tuvieron que cambiarle la caja de velocidades. Rindt, no estaba nada contento con las reparaciones hechas a su Cooper.
Los otros dos Cooper –de equipos privados– con Jo Bonnier y Jo Siffert se quejaban por la evaporación exagerada de la gasolina en sus plantas de impulso, a las que les ardían los radiadores.
Jackie Stewart trabajó con el coche de Mike Spence, porque un motor extra que llevaron no acababa de montarse en su BRM.
Jim Clark fue quien más mejoró los registros; mientras que Hill iba pronto a su Pit porque el Lotus a su cargo se calentaba demasiado.
Al término de la segunda jornada, el orden de los mejores era: Hulme de Brabham quien fue el primero y John Love con un Cooper-Climax, segundo.
Luego: Dave Charlton (en Brabham con la escudería Scribante) Stewart (de BRM) después Clark y Hill con los Lotus y también, anotando a Gurney, sobre uno de los Eagle.
Y llegó el sábado, habría que ultimar la formación en la parrilla para la carrera.
La noche previa se trabajó a toda prisa para adaptar los autos lo mejor posible, de modo que se comportaran bien ante el calor demencial al que iban a ser sometidos.
A las dos y media, el clima ya estaba caliente a plenitud pero con la novedad de la llegada de rachas de viento.
Como pudieron, los mecánicos se las arreglaron para mejorar ante el problema de la evaporación del combustible: invertían las bombas de gasolina y algunos, se arriesgaban metiéndoles extensiones.
Quien más sufrió fue Graham porque su Lotus no era dócil, apenas dio unos cuantos giros; Clark patinó sobre uno de los derrames en la pista, fue un trompo, y listo, que no pasó más allá del susto.
Los coches de Brabham eran los más consistentes. Hubo que arreglar muy rápido la bomba de gas del de Hulme. De todas, todas: ellos, marcaban los tiempos más bajos.
A las cinco de la tarde se declararon terminadas las calificaciones: Jack fue el mejor.
Muy bien el Honda de Surtees, a no ser por que sufría mucho sub-viraje: largaría desde el sexto lugar.
Por fin tuvo auto Tingle y se hizo con el 14º mejor tiempo, casi cuatro segundos más lento.
Los dos de Cooper-Maserati continuaban con los motores balbuceando: P. Rodríguez pudo rescatar un cuarto cajón, en tanto que Rindt, cayó hasta el séptimo. Al mexicano, le cambiaron los mofles y estrenó bobinas de ignición de Magneti Marelli; ya nada más el pequeño asunto pendiente, era la evaporación por arriba de lo deseado.
Al BRM de Stewart, llegaron a cambiarle el morro hasta tres veces.
El del sótano ha sido Courage con su Lotus ya más listo para un museo, quedó a más de cinco segundos lejos del PoleSitter.
Lotus, por orden del jefe Colin Chapman, ya no hizo muchos intentos porque sabían que iban a ser las últimas carreras de este modelo 43, con impulsores BRM P-75 (H-16). En Holanda, debutarían los motores Ford-Cosworth.
Al coche japonés de Surtees, le movieron la geometría de la suspensión y experimentaron nuevas mezclas de combustible apoyados por la BP; apuntaban mucho mejor. En el torneo de 1966 fueron los del octavo sitio, ahora iban a terminar siendo los del 4º.
A LO QUE SIGUE
Muy pronto vendría lo bueno. La carrera:
¡A Mil Por Hora!
© 2022. José Antonio Suárez Romero
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