MÉXICO GP 1 9 9 0

RELACIÓN CON EL PRESENTE

Una gran porción de aficionados de las otras épocas se quedó con el hambre sin saciar.

Desde siempre los favoritismos se inclinan hacia donde el fanatismo, ciego por definición, los ha querido llevar.

En Italia, hacia los años de 1950 aseguraban que como los volantes nacidos ahí, ningunos. Los más grandes por siempre habían de ser Giuseppe Farina o Alberto Ascari.

En tanto que a Juan Manuel Fangio, quien era argentino de pura cepa, se lo consideró un intruso que dizque sin merecimientos, ganaba carreras y títulos anuales. 

El tiempo implacable restó importancia a los pretextos, a las razones pasajeras y a las evaluaciones sentimentales, para descargar en los números fríos, lo que sesenta o setenta años después se iba a tomar como valioso y efectivo.

No importa toda la clase de argumentos o de los “asegunes” a los que se quiera acudir. No hay vuelta de hoja, Fangio ha sido el único en refrendar cinco veces como dueño de sus coronas.

Desde 1957 empezó a ser el más grande en campeonatos; hasta que por 2003 lo iba a superar Michael Schumacher con su voracidad. De manera que, sin cuestionamientos sólidos: durante casi cincuenta años, Juan Manuel, ha sido el amo y señor nada más él. 

Y seguirá por mucho tiempo siendo el segundo monarca en importancia neta.

De igual modo, así sucederá con lo que ha conseguido “El Káiser” quien a partir de 2004 es sólo él y nadie más que él: el hepta campeón –en solitario– de la historia.

Hasta que uno que sea más gallo: lo derroque…

Stirling Moss. Wolfgang von Trips. Ronnie Peterson. Gilles Vileneuve. Elio de Angelis...

Y muchos otros nombres de la nobleza al volante, pueden ser legítimamente de los más queridos e idolatrados. Pero, no hay sustancia para graduarlos como a los mayores. Aunque mucho se quiera.

En cuanto se acuda a los datos duros, sucederá que se torna indiscutible que primero están en la jerarquía, los que ha repetido como dueños de las coronas.

Y en otro estatuto inferior, quienes sólo por una vez consiguieron ser titulados reyes: aunque personalidades dentro de este elenco, un tanto anodinas (en apariencia) puedan ser débiles sombras de los más ilustres, por pensar en: Phil Hill, Alan Jones, Keke Rosberg o Jenson Button que siempre tendrán un argumento, para quedar mejor colocados que quienes sucumbieron a la falta de cifras con las que comprobar sus hechos.

En el caso de los corredores de los días actuales: es notable como desaparecen potenciales figuras que se opacan (y todavía oscurecerán más al paso de los lustros) de manera que, por el año 2085 y ni se diga en el 3018, no querrá aludir a nadie el puro hecho de llamarse: Johnnie Parsons, Pat Flaherty, Gunnar Nilsson, Robert Kubica, Heikki Kovalainen o Pastor Maldonado aunque alguna vez hubiesen ganado una carrera.

Así que hay que imaginar que en el panteón del olvido, reposarán bajo siete tapias, aquellos que ni siquiera han visto la victoria por una vez.

De los veinte corredores registrados este año, son por el momento 13 volantes quienes no aparecen en el listado de triunfadores.

Suerte parecida por la que pasan 651, de 761 quienes tienen estampada su firma en el registro, con al menos, una largada oficial en un Grand Prix de la Fórmula 1.

El tiempo es cruel y traicionero con nuestros fervores. Acaba valiendo el mérito puro y duro expresado en dígitos mensurables.

Para ser, hay que parecer y… …aparecer.

¡Qué ironía!

VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018

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