VÁMONOS
Con otra temporada en la cual conviven dentro del Box de McLaren, Ayrton Senna y Alain Prost.
Con una situación que se iba volviendo cada vez más compleja. Eran dos fenómenos del volante igual de competitivos y por fuerza, produjeron un tremendo choque de egos imposible de manejar.
Será este año en el que se pondría punto final al excéntrico propósito de Ron Dennis, al haber juntado a dos fieras de tales dimensiones en el mismo establo.
Era apenas la cuarta fecha del torneo.
Faltaban otras 12 carreras y en el tránsito de ellas era que la lucha iba a tornarse InCrescendo para explotar en Japón once fechas más tarde –cuando toda la actividad previa, se volvió un celoso velar de armas– en aquella jornada de la cual salió Prost con cuatro puntos más, porque ninguno terminó.
Tuvieron un toque, el francés se quedó y al brasileño lo descalificaron las autoridades.
Muchísima gente criticó el favoritismo. Pero a lo hecho, pecho.
Cerraron la campaña en Australia donde se coronaría Alain.
La guerra mundial, estaba declarada: iban a ser enemigos acérrimos para siempre...
Ha habido y habrá otras grandes rivalidades, pero como ésta ninguna; se trataba de dos titanes de los más grandes que ha dado el automovilismo.
Sin dejar por ello, de reconocer a los otros genios colosales.
El duodécimo GP de México y en el autódromo de Pedro y Ricardo Rodríguez están las sirenas de alarma encendidas a todo lo que daban.
Llegaba El Circus con una tabla de posiciones imposible.
En el torneo por equipos: McLaren llevaba el triple o más de puntos cosechados que Williams o que Ferrari, las dos escuderías que le seguían, pues ¿qué era esto?
No otra cosa, que el poder incontenible de una máquina japonesa que hizo Honda, previendo con anticipación el cambio de reglas: una V-10 que trabajaba como relojito suizo; se llamó la RA-109E.
Estaba subida en unos carenados en blanco y rojo chillante que se habían montado sobre un fondo plano fabuloso. Dennis había dado con la fórmula secreta para construir el coche de ensueño; calzando gomas de GoodYear y un apoyo financiero sensacional por parte de Marlboro.
La revolución.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
Los ensayos previos hacían sospechar de la magia que venía acompañando a Ayrton.
Por su parte, Prost, declaraba que se había equivocado al elegir el juego de muelles y amortiguadores en el frente de su MP4/5 el viernes; eso, porque el piso del autódromo mexicano le resultó hasta más irregular de lo que había pensado.
Senna andaba en otro cielo. Melancólico. Como no queriendo jugar al juego de las intrigas. Se proponía acelerar, acelerar y acelerar. Algo que sí que sabía hacer.
Ya había dejado bien en claro que él era un raro velocista. De los incomparables. Dio alcance, al mismo número de Pole Positions que consiguió Jim Clark, que era un fenómeno de la velocidad del que se pensó que nadie lo iba a igualar, nunca.
Así que en México volvió a dar una lección de su magia y se quedó con “la Cuerda de largada”, desbaratando los cronos que antes se hicieron. Le tomó 77.876 segundos rodear el perímetro del trazado mexicano, con una media de pavor.
A más de 204 kilómetros por hora.
Alain tomó la mano y en las primeras vueltas marcaba tiempos extraordinarios. Pero cuando el paulista dio su mejor giro: enmudeció.
No era con la diferencia que los separó hacía poco en Montecarlo, que fue de poco más de un segundo (1.148 seg., para ser exactos) sino que ahora, el de Francia, echando toda la carne al asador y con un set up que él pensaba que era todavía mejor... ...Ayrton le volvía a bailar un samba encima. Le birlaba la posición de privilegio, por 0.897 de segundo ¡De no creerlo!
La adoración por el brasileño en México, ya era incondicional.
Si era cierto lo de las alarmas encendidas, las más alarmantes eran al interior de Alain Prost.
Iba reuniendo recelos y corajes; pero también, datos para encontrar la manera de superar a su rival y compañero de equipo; porque estaba visto que en la pista, era imposible...
Desde los mismos giros del Warm-Up que por entonces se estilaban, antes de empezar las carreras: Prost andaba buscando cómo provocar el error; la desconcentración del enemigo. Había que encontrar la medida excepcional. Tal vez, apostando a la estrategia en el cambio de las ruedas.
En esta carrera iba a intentarlo. Alain eligió los “B” de GoodYear que duraban más, para cambiar a los “C” que eran más blandos, para el Stint final. Secreto de estado. Para Ayrton, el equipo actuó conforme lo experimentado: los “B” al lado izquierdo del coche y los “C” al derecho; según lo reclamaban las cargas laterales.
Todo ello, con los demás equipos que iban resolviendo como mejor podían el acertijo. Para recordar que, otros calzaban las Pirelli.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
Gerhard Berger, ahora colega de Mansell en Ferrari, regresaba a la acción después de su accidente en Ímola (en el cuarto giro, cuando al entrar a Tamburello se despistó y el coche se incendió de inmediato) había sido el 23 de abril anterior.
En cuanto que por fin, Stefan Johansson conseguía meterse a la grilla con su Onyx, lo que no había podido hacer en las tres pruebas previas.
De maravilla Ivan Capelli con su March de Leyton House, largando desde el cuarto cajete, a la par de Nigel.
Qué bueno que había regresado el sol por el rumbo de la calzada Ignacio Zaragoza, como yendo al aeropuerto: porque la acción se esperaba trepidante. En los poco giros previos, los de calentamiento, se había visto más rápido a Prost con su Mac número 2.
Íbamos a saber si el aumento en la temperatura, con relación a los dos día de antes, no afectaba el comportamiento de los cauchos de Good Year.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
LARGAN
Una salida pobre de los punteros, ya que se mete entre ellos el Ferrari de Mansell. Al llegar a la frenada, tarda más en hacerla Ayrton y con ello, logra meterse primero al doblez derecho. Pero Prost, se queda detrás del británico.
Después venían Gerhard Berger y los dos pilotos de Williams, muy atentos en la persecución.
Durante el giro se fueron acomodando: Andrea de Cesaris con un Dallara había hecho contacto con Alliot, de Larrouse. Y Nakajima de Lotus, era empujado por Martin Brundle (Brabham) hacia el pasto.
Berger reaccionó muy bien y también, lo había hecho Prost así. Capelli bajaba la marcha con toda evidencia. Pero Modena perdió el control en la aperaltada y se llevó entre las ruedas al Ligier de Grouillard.
El caso es que pasan por la raya de principio y final, así formados: Senna; Prost; Berger; Mansell; Patrese; Boutsen; Alboreto; Warwick; Nannini; de Cesaris; Grouillard; Modena; Tarquini; Caffi; Brundle; Palmer; Johansson; Johnny Herbert; Satoru; Martini; Cheever; Arnoux; Danner; Piquet; Alliot y Capelli, que iba de último, al cerrar el giro del inicio.
Pero carambas: salían a ondear las banderas rojas debido al tiradero dejado en la pista.
A Capelli se le había roto el conducto de líquido de frenos.
Pues ocurre, que las dos primeras Laps se dan por canceladas y volverán a arrancar como al principio lo hicieron.
Modena y Nakajima cogen sus “muletos” (carros de reserva) porque los coches previos ya no sirven más... Capelli se sube en el March de Mauricio Gugelmin quien no había calificado, así pues, el italiano, saldría entonces desde el final del PitLane.
La nueva largada es un Déjà Vu ya que Senna les repite la dosis y Nigell, vuelve intentar entrometerse entre el uno y el dos de los McLaren.
Ahora salen las cosas mejor: el paulista se ha escapado, pero Prost logra seguir como el segundo; mientras que Berger consigue rebasar a Mansell que hizo mal sus trazadas. Viene enseguida el par de Williams: Patrese y Thierry Boutsen. A poco: Alboreto, Warwick, Nannini y de Cesaris.
Trae mejor ritmo Prost gracias a la elección de gomas y no afloja a su contrincante. Capelli y March acusan su mala pata: se rompe un cardán cuando el de Italia, había recorrido apenas tan poco trecho. Es tan sólo la segunda vuelta (oficial).
Hacia la tercera: Nannini ya supera a Derek.
Los dos McLaren van separados por menos de un segundo. Los dos de Ferrari, en la estela. Antes de entrar a la primera decena de giros: Berger comienza a batallar con el seleccionador de velocidades. Y Mansell lo sobrepasa hacia el final de la recta principal.
Andrea de Cesaris va a Pits para el canje de ruedas, las Pirelli no gustan de esta superficie y del buen calor. Conforme su costumbre, Andrea estorba a Senna en las Eses. Y Jonathan Palmer ya ha salido de la carrera con su Tyrrell.
Algo no le gusta a Alain, las GoodYear se van degradando más de prisa de lo esperado y no puede sostener el paso. Se amplía la zanja a favor de Ayrton. Ya va dos segundos por delante...
El Onyx de Johansson anda en el undécimo puesto porque ha adelantado a Grouillard, magnífico para un equipo que ha debutado en esta campaña.
Lap número 15. Senna manda con cuatro segundos sobre Prost. Mansell va a 5.2; Berger a 10.1; Patrese a 14.9; Boutsen a 16.7; Alboreto y Nannini a más de 25.
Momentos en que el impulsor Lamborghini del Lola de Alliot, tartamudea, va a su taller a que le corrijan la centralita electrónica, para seguir de último –abandonará en una docena de giros más– mientras que el Dallara que le encargan a de Cesaris, vibra en demasía; era la dirección que se lastimó en el toque contra Alliot.
Es la hora en la cual Mansell va por Prost y, Boutsen, es traicionado por una falla electrónica total, del motor Renault.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
SUCEDE DURANTE EL RESTO DE LA PRUEBA
Mientras que Senna se ha ido lejos con un paso espectacular: gracias a sus giros de un minuto y 22 segundos que van seguir mejorando. Pero, más abajo pasan cosas: la caja de cambios de velocidades semiautomática del Ferrari de Berger, ya no funciona: y abandona.
Después de una tarde valiosa, también Johansson deja las cosas para la siguiente carrera que será en Phoenix, Arizona: una semana después; el Clutch se le desbarató.
Malas noticias: a la llanta delantera de la izquierda, de Prost, se le ven grandes ampollas. El francés lucha por mantenerse por delante de un Mansell más que incisivo.
Y antes de lo previsto, el McLaren de Alain va a su box para renovar el tren de ruedas. Es tan sólo en el 20º giro. El PitStop se prolonga; ha perdido muchos segundos para regresar a la lucha, pero ya siendo el sexto en el orden.
Lejos van: Senna. Mansell (a 6.7 segundos); Patrese (a 21.3 s); Alboreto (a 24.6) y, Prost (a 33.4). Detrás: Nannini (a 34.8 segundos del puntero); Warwick (a 46.7s); Tarquini (a 47.3s); Grouillard (a 54.7) y Eddie Cheever (distante con más de un minuto).
Andrea de Cesaris es otro que se tiene que retirar debido a una falla en la bomba de gas en su Dallara-Ford Cosworth.
Mansell ya anda a un paso tan fuerte como el de Senna. De modo que, el intervalo entre ellos, no cambia.
Prost consigue deshacerse de Nannini y su Benetton a poco de entrar a la primera curva y pasa al quinto puesto.
A media carrera, Prost ansioso en sus intentos por superar a Patrese y a Alboreto; pero ya es la infeliz hora en que vuelve a padecer del Blistering en las ruedas de atrás, más que nada en la de la mano izquierda. Mala tarde. Sí señor.
Senna va ocho segundos por delante de Mansell, que está con problemas por un pegajoso Satoru Nakajima de Lotus.
Cuando Prost va otra vez a los fosos para reemplazar las cuatro GoodYear: dilata más de quince segundos, que se suman al viaje por el PitLane: y es que ha sufrido problemas con la llanta derecha del frente. Regresa y es el octavo. Ya va un giro por detrás de Ayrton.
Warwick con su Arrows, aborta la carrera, por broncas en el encendido. Naka, es otro que sale...
Prost ya nada más mira cómo es que Senna se le ha ido.
Mansell viene muy bien y mejora el récord de la vuelta más rápida con tiempo de 80.859 segundos, pero Senna va inmutable, diez segundos lejos.
En el 41º giro, Nigel Mansell deja marcada ésta, que será la vuelta más rápida de la carrera, es de: 1 minuto y 20.420 segundos, a un paso violento de 197.906 Kph/prom.
Dos laps delante: humo blanco. Es el Ferrari de Nigel Mansell fumando. Se puede ver al León de Britania sentado en el césped a la altura de las Eses. Il Capo, Cesare Fiorio, invocará a la enésima falla de la transmisión acompañada de una filtración indebida del aceite; lo que hizo pensar que el motor V-12 italiano, sí serviría en delante.
Al 50º giro: los dos de McLaren marchan muy cerca. Sólo que Ayrton Senna va con una vuelta de diferencia abismal. Es de verdad ofensiva la derrota.
El de Brasil, ya lapeó a casi todos, se le escapan nada más: Riccardo Patrese de Williams (a 38.8 segundos); Michele Alboreto con uno de los de Ken Tyrrel (a 43.7), y Nannini sobre un Benetton (a 1m 09 s).
Una vuelta detrás: Prost; Gabriele Tarquini en el AGS; Eddie Cheever de Arrows, y Olivier Grouillard (con un Ligier).
La carrera fue dominada de punta a punta por quien ha sido el mejor.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
VAN HACIA EL FINAL
Alboreto venía ejerciendo cierta presión sobre Patrese, cuyo Williams no estaba en el mejor de los equilibrios, pero aun así, era mucho mejor que el Tyrrell. Riccardo iba siete segundos por delante de Michele, que enfrentaba el tráfico.
Pierluigi Martini rompe el motor de su Minarid en las eses de Moisés Solana. Ha dejado un manchón de aceite. Senna lo pisa, y se va por la margen en la primera curva. Sin embargo, no pasa nada y retoma el paso...
Muchos minutos en las reparaciones del Lola de Alliot quien regresa a la pista con su aparatología de Lambo, para al menos cruzar la raya del final.
Senna levanta el pie para dar alivio al McLaren triunfador. Viene treinta segundos por delante de Patrese, y seis más en comparación con Alboreto.
Prost va por detrás de Nannini, que ni siquiera se adueña de esa cruel consolación.
Para Sandro, ha sido algo lo que se rescata con su Benetton que vibraba tan fuerte en los ensayos y en las calificaciones: bien que les sirvió que le hubiesen recortado los cigüeñales a su máquina V-8 de Ford Cosworth. Tres valiosos puntos de los 39 que iban a pescar en la temporada, para hacerse con el dignísimo cuarto lugar, sólo por detrás de los campeones, de Williams y de Ferrari. No era poco, para aquellos cuya principal actividad ha sido vender tejidos en forma de sweaters de vivos colores.
Para Arrows defendiendo las siglas de la USF&G; era un buen recordatorio de que en el corazón del norteamericano, Eddie Cheever, había latiendo el de un buen piloto: no tan hábil para correr contra reloj (arrancó desde el cajón 24º) pero, terminó el séptimo en la justa. En esa época en que sólo se premiaba a los seis mejores.
En fin. Eran los instantes de tocar la bandera de la victoria que saludaba a Ayrton Senna en su tercera carrera ganada de forma consecutiva.
Patrese es el del segundo lugar y se lleva el primer podio de Frank con los motores de Renault.
Alboreto se hace con un merecido tercer lugar.
Y Nannini es cuarto: tres italianos en persecución inútil de una centella de Brasil.
Prost va a recibir dos puntos, propios del quinto lugar que después irá a usufructuar. Tarquini obtiene un punto más que valioso para AGS. Enseguida: Eddie Cheever, Olivier Grouillard, Martin Brundle, Stefano Modena, Nelson Piquet, Christian Danner, Alex Caffi, René Arnoux y Johnny Herbert que también han podido terminar en esta carrera tan exigente.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
Es la 33ª PolePosition de Ayrton Senna y su 17ª victoria.
La 44ª PolePosition para McLaren y su GP 73º en el que triunfa.
40ª PP de los motores Honda, por su victoria número 45.
Ha llegado a 50 largadas Alessandro Nannini.
Es el 23º y último podio que conseguirá Michele Alboreto.
Y con Lotus que llega a su GP número 400.
NÚMEROS EN 1989
México es tierra de promesas, al menos así lo ha sido para el equipo AGS (Automobiles Gonfaronaises Sportives) porque agarran el único punto anotado en toda la temporada. Era un modesto equipo nacido en Francia, gracias a la afición de Henry Julien que en este año, ya le había vendido a Cyril de Rouvre una buena porción de la sociedad; éste, era un negociante y político al que le fascinaba la F Uno y después, tuvo tratos con Ligier.
Alboreto, en cambio, traía para Tyrrell el primer podio en seis años: Harvey Postlethwaite y Jean-Claude Migeot, que habían sido de Ferrari, no lo hacían tan mal ahora, al servicio del “viejo tío, Ken”.
El caso de Nelson Piquet era digno de considerarse. Ya se sabía que Camel iba a dejar a Lotus a su suerte ¿qué futuro le esperaba al famoso Almirante, colgar el casco? Pues nada de eso. Su fuerza vital le iba a dar para que alcanzara las 200 largadas y poco más (ya que se retiró después de las 204) le esperaba, Briattore en Benetton, por dos campañas más: la segunda de 1991 bajo el nombre de Benetton Camel.
Piquet llegó a los 39 años en la acción y todavía tuvo arrestos para ganar en Japón y Australia en 1990 y en Canadá en la siguiente temporada.
Mansell muy irritado por las fallas que repetían, acertaba a mascullar frunciendo el mostacho: “Así no es como vamos a vencer a McLaren”. Mientras que el jefe rojo, Cesare Fiorio se ocupaba más en subrayar la espléndida actuación de Gerhard Berger, después del dramático accidente de Ímola: “La clase y la valentía del austriaco están intactas. Eso, es lo que me viene a la cabeza”. Berger nada más asentía, y ya estaba listo para ir a descansar unos días en Acapulco, invitado por su amigo Walter Wolf.
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018
Los brasileños estaban radiantes. Dios los hacía y ellos, se juntaban.
A poco de la ceremonia del podio, Ayrton Senna ya se enteraba de que su amigo y mentor Emerson Fittipaldi, a los 42 años, había ganado una de las pruebas más legendarias: la Indianápolis 500, conduciendo un Chevrolet de Penske.
“Es un gran día para Brasil” era su exclamación regocijado.
Alain Prost no sabía a dónde echar maldiciones. Culpaba a Honda, según esto, por favorecer a su rival. Doblemente irritado: contra sus mecánicos porque hicieron el PitStop muy pachorrudos.
Y en especial con los de Honda, simplemente balbuceaba que él y Ayrton no traían coches iguales: “cuando lo seguí en su rebufo, ni siquiera me le acercaba un metro, y yo, con neumáticos nuevos. Al menos, ando como con cinco kilómetros por hora, más lento... ...Honestamente, la opción de las gomas por la que aposté, no fue la correcta, lo admito. Pero desde el momento en que ambos luchamos por la victoria, el material debería de ser idéntico. Lo dudo. Me siento muy, muy frustrado...”
En los Estados Unidos iría a cambiar la suerte. Pero Alain quería ganar todas. Lo enfermaba la superioridad de su enemigo.
Vivo como ha sido, estaba dando a entender que no tardaría en firmar para otro equipo.
Pero bueno. Lo mejor del caso es que: la gente salió encantada del autódromo con el nombre de sus ídolos de siempre: los inmortales hermanos Rodríguez: Ricardo y Pedro.
Claro: ¡A Mil Por Hora!
VERSIONES DE: Ángelo della Corsa © 2018