SENNA
Ayrton el paulista mágico. Campeón integral. El gran místico.
Desde 1984 hasta 1994. Un brutal Califa entre califas en la década de ensueño.
Con 41 triunfos en 161 arrancadas. Para hacer un 25.47%.
SCHUMMIE
Michael Schumacher ha sido la primera corporación de la Fórmula 1. Un atleta más que un piloto.
Se llevó todo desde 1991 hasta 2012.
307 competiciones y 91 de ellas, ganadas (para obtener un 29.64%).
Y HAMILTON
Lewis tiene un poco de todos ellos.
Pero aún más porque su leyenda todavía no empieza.
El es una realidad de estos días. No hay quien le haga sombra hoy por hoy.
100 triunfos en 282 arrancadas que ha dado, para obtener un magnífico 35.46% de productividad.
Elegir a cinco como los más interesantes para un solo criterio, aunque sea el propio, no hace justicia porque se está soslayando a los otros mil diez y siete pilotos de los que hay registro.
Muchos dicen que el más grande pudo ser Stirling Moss; que Alberto Ascari siempre será un campeonísimo.
Para recordar con fugacidad a Wolfgang Von Trips el aristócrata que aceleraba como pocos; o a Peter Revson el heredero de Revlon que prefirió el vértigo de las carreras.
También traer del nirvana a Elio de Angelis un alma sensible y buen pianista quien era muy veloz; o por fin, a Gilles Villeneuve tal vez el racer más espectacular de siempre.
Viene aquí la advertencia, porque si le seguimos con todos y cada uno de los conductores que han despertado pasiones entre la afición. Será un cuento de nunca acabar.
Ya que faltaría sumar a: Jochen Rindt, a sir Graham Hill, a Jackie Stewart o a Niki Lauda y a Nigel Mansell o a Nelson Piquet.
Ya se verá que esto no tiene fin, porque siempre faltarán cosas y anécdotas que contar, por ejemplo, de Ricardo y de Pedro Rodríguez.
T A C
Los pilotos que se han mencionado los puede usted poner en el orden que quiera o que los necesite. También, prescindir de ellos y añadir a los que guste.
Pero tomando siempre en cuenta estos ingredientes básicos: velocidad, más velocidad y todavía mayor velocidad,
Así la experiencia (reloj en mano) nos indicará quienes más vienen al caso…
Y pasar –ahora– a conversar de los escenarios.
CUAL MÉXICO
Como será muy fácil comprenderlo: hay más de un criterio para determinar cuáles y dónde es que se encuentran los sitios ideales para esta categoría de competiciones, por lo mismo, habrá que tomarse la licencia para hablar de las que a alguien le gusten más que las del resto, que no se enumerarán.
Mismas a las que uno regresaría gustoso para asistir a otro Grand Prix.
Por ello, se antoja como acto de justicia hablar primero del que fue en sus años el Autódromo de la Magdalena Mixiuhca y más tarde, desde el año 1973, ya se llamó: el de los “Hermanos Rodríguez”.
Esta pista de carreras se encuentra ubicada en el oriente de la Ciudad de México.
Como la misma ciudad precolombina conocida bajo el nombre de Tenochtitlan, es inexplicable para qué se fue a crear un centro capital a tanta altura con relación al mar.
La tradición urbana europea había apostado por levantar sus centros poblacionales muy cerca de los ríos o al pie del mar. También se usó buscar las inmediaciones donde hubiera una mina de sal, o campos para la agricultura que fueran muy ricos.
Cuando en la Nueva España se ratificó la ubicación de su capital en el intrincado Valle de México, volvió a verse la falta de un criterio que fuese más capaz de mirar hacia el futuro.
Hay poco que se pueda hacer al respecto…
Se ha aducido que la magia y las decisiones, quizás, teológicas, tuvieron que ver con la elección para que sobreviniera esta urbe, de la que se dice que, con todo y suburbios contiene a más de 20 millones de habitantes.
Y no precisamente de esos que puedan presumir exceso de civismo. Así y todo vaya que tienen cosas muy buenas que los capitalinos mexicanos han mostrado al paso de los siglos.
Desde hace décadas esta ciudad padece de serios problemas por la contaminación del aire que enrarece a esa atmósfera tan alta. Su tráfico de autos deja mucho que desear.
Hay una suma de factores que dicen que no debería ser el lugar idóneo para recibir a un circuito del automovilismo mayor. Pero en ese punto se hizo y la costumbre lo ratificó hasta hoy, cuando ya ha hospedado a 21 carreras de Grand Prix.
Empezó su andadura en tiempos del presidente López Mateos quien gobernó en el país del año de 1958 al de 1964.
Él, sabía de la trascendencia que tuvieron las Carreras Panamericanas que se habían jugado en nuestro país cinco veces, a partir de 1950. Y de cómo fue que influyeron para darnos un cierto prestigio cosmopolita ante el resto del mundo.Adolfo López Mateos se encantaba por igual con las mujeres bonitas que con los automóviles deportivos.
Y bueno… …tenía especial cariño por los, entonces, jóvenes pilotos Pedro y Ricardo Rodríguez, dado la buena amistad con los padres de ellos.
Ese presidente, lo mismo recordado porque viajó mucho por el mundo hablando bien de nosotros: dio la orden para que se hiciera el circuito, en 1959, dentro de un complejo deportivo muy grande, y pronto se pudo negociar que su pista, fuera parte de la agenda para el campeonato de 1961, como carrera de exhibición y un año después: ya reconocido como sede oficial de los GP.
Contando tres etapas distintas, ha llegado hasta el presente, siendo siempre un reto para poner en su punto la aerodinámica y los motores de los autos, por lo sucio de la atmósfera y la altitud enrarecida a 7,500 pies lejos del mar.
Lo que dificulta hacerse con el mejor oxígeno.
Aquí está y ha visto correr a grandes pilotos desde aquella década de los años sesenta: entre ellos destacan quienes han ganado un par de veces como: Clark; Mansell; Alain Prost; así como Hamilton y Verstappen en esta época…
También, a quienes han sido vencedores, al menos en una ocasión, siendo varios de ellos campeones mundiales que aquí dejaron su impronta, al caso: John Surtees; Graham Hill; Denny Hulme; Ayrton Senna y, Nico Rosberg.
Mencionado esto, ya se puede ver cómo es que este trazado sin ser de los que se aman y se idolatran como los clásicos, entre los clásicos: sí que tiene anécdotas que contar…